Alardea
El toque final se produjo en 2011, año en el que se adaptó al euskara de Antzuola.
Este es el discurso:
El pueblo de Antzuola ha celebrado desde antiguo este recuerdo y aniversario, y me presento ante vosotros como capitán, a petición vuestra y de todo el pueblo de Antzuola, de este alarde que conmemora el eco de la gran azaña llevada a cabo por una compañía de antzuolarras. El rey moro de Córdoba, Abderramán III creó muchos problemas e inquietudes al rey de Navarra Sancho I Garcés al atacarle con un ejército de fuertes enemigos, lo que se denomina como la batalla de Valdejunquera, del año 920.
Fue una batalla inolvidable, en la que el Rey de Navarra y su armada fueron derrotados. Sin embargo, desesperados al perder los mejores soldados de cada ejército, ambos decidieron, impotentes, retirarse a su refugio
Los moros se creían victoriosos, pero… !SOLDADOS! les duró poco su alegría. Los antzuolarras ya estaban en camino. Tuvieron noticias de los apuros del Rey de Navarra y sabían que la situación era muy delicada; y, aprovechando que los moros andaban confiados, los antzuolarras irrumpieron con fuerza. Muertos algunos, sometidos otros, el ejército moro fue golpeado con fuerza.
A continuación, recuperaron la bandera arrebatada a los cristianos en la batalla de Valdejunquera, y dos copias suyas son las que, según dicen la costumbre y la tradición, se exhiben en este balcón y en medio de esta plaza, y hoy en día es también la bandera de Antzuola.
Cuando Sancho Abarca subió al trono no olvidó los excelentes servicios prestados por la compañía de Antzuola; y queriendo agradecerles la fortaleza y el valor mostrados, donó a este pueblo los dos cuarteles inferiores del escudo que se encuentra en la pared de este Ayuntamiento:
A la izquierda, sobre un fondo verde, un cáliz de oro con una hostia de plata encima, y a cada lado un pino verde resaltado en oro. A la derecha, sobre un fondo azul, el nombre de María coronado y a cada lado suyo un pequeño árbol en un recipiente de plata, y debajo de tres medias lunas.
Los dos primeros cuarteles están tomados del escudo de Gipuzkoa y no tienen nada que ver con lo que hoy celebramos.
He aquí ¡soldados! el resumen de la historia de una grandiosa y memorable acción y también la historia de este pueblo reconocido como muy noble y muy leal.
Recordad, pues, este aniversario que el pueblo de Antzuola celebra con ganas y de corazón, tanto para ensalzar los recuerdos de Valdejunquera como para reafirmar la personalidad de Antzuola como pueblo y su independencia.
Recordad, también, que fueron la patria, el amor a sus creencias, y el ansia de libertad permanente los que impulsaron y llevaron a los antzuolarras de entonces a participar en esa batalla. Este acontecimiento nos recuerda que también nosotros, cuando sentimos que nuestro pueblo está en peligro, debemos hacerle frente.
Y he aquí el origen de lo que hoy celebramos.
Honra para Euskal Herria y gloria para Antzuola.
A continuación, tras ordenar el capitán al Moro que baje de su caballo, tendrá lugar entre ellos el diálogo de respeto y no agresión.
El Capitán: Capitán de los moros, dime: ¿reconoces nuestra patria?
El Capitán: Te lo repetiré: ¿reconoces nuestra patria?
El Moro: ص ذ جفس Nunca más actuaré en contra de este pueblo
El Capitán: ¿Y prometes que nunca lo someterás por las armas?
El Moro: ڎڜڿ Nunca más actuaré contra este pueblo.
El Capitán: Has prometido no volver a someter a nuestro pueblo;así mismo,nosotros, de igual modo que defendemos la identidad y personalidad de nuestro pueblo, prometemos no someter al vuestro.
A continuación, se le quitan las cadenas al Moro y tras subirse a su caballo, se interpreta la marcha mora.
El Capitán: ¡Soldados! abramos fuego para recordar a todos los caídos en Valdejunquera, y al mismo tiempo como señal de paz entre nuestros pueblos,.
A continuación, se disparan salvas de fusiles y cañones.